Oyente

Migdalia entró con una hojita.

Lentes gruesos y oscuros, un poderoso marcador rojo, un portaminas delicado y azul (particularmente le tengo aversión a ese instrumento, pienso que es el invento mas homosexual e inútil de la historia), un folleto de la semana cultural de Japón, un koala guerrero, y una hojita.

Era una hojota más bien (aproximadamente del tamaño de mi mano), color marrón pupú y bastante seca. La colocó con especial cuidado sobre la mesa, y empuñó velozmente su homosexualidad azul para anotar todas las estupideces que el profesor había escrito en la pizarra.

La clase era aburridísima, no ense
ñaba nada nuevo ni interesante, y la verdad no sé porque entré de oyente. Mentira, sí sé, pero me da pena admitirlo. Entré porque el profesor de mi clase no vino y yo no tenía nada mejor que hacer. Que verguenza, carajo, un muchacho de 22 años recién cumplidos, crecido en un ambiente familiar (sin violencia doméstica ni esas vainas acabatrapo), educado de la mejor manera posible gracias al esfuerzo de mis padres, con una relativamente buena condición física y mental, sin ninguna discapacidad notoria salvo mi propio conformismo y mediocridad. Con todo a mi favor y sin nada que decir, nadar mejor que hacer que meterme en una clase de mierda que de antemano sabía no me iba a servir nunca en lo más mínimo, ni en ésta vida ni en ninguna.

Pero en esa clase, Migdalia (que no está buena, ni es especialmente bonita) llegó tarde, portando orgullosamente su hojita, y se sentó a mi lado. De cuando en cuando se aburría de anotar los apuntes y miraba su hojita de reojo y sonreía, y ahí sí que se volvía bonita, y la hojita se movía un poco por efecto de la brisa, y brillaba bajo las difusas luces blancas del salón , recordando el por qué es tan importante para Migdalia y el por qué la hace ver más bonita.

Y fue entonces cuando me di cuenta que no está tan mal ser un manganzón mantenido de 22 a
ños recién cumplidos, sin saber que quiero hacer, sin tener nada importante que decir ni que hacer, porque por el momento soy exactamente igual a esa hojita.

Muchas gracias a todas mis Migdalias.


Comentarios

Entradas populares