Hallowen. -Parte 2

Comencé el día con el mismo malestar acabatrapo que tenía desde aproximadamente una semana. Tos sin flema, esa que es más fastidiosa; dolor de cabeza punzante y una congestión muy pero muy becerra que acentuaba mi sinusitis crónica. Sin embargo, no dejé que una piche gripe me tumbara y me entregué de lleno a mis actividades cotidianas:

Desayuné, me bañé, morsié, almorzé, morsié, messengerié, feisbukié, youtubié, morsié y me ladillé. Pero me ladillé mucho, mucho, por la combinación letal de ser Hallowen y domingo. Era uno de esos días en que nadie te escribe por msn y ni siquiera recibes un miserable mensajito de texto. A eso de las 4 mi celular vibró con esperanza y su pantallita se iluminó de forma celestial, pero cuando revisé resultó ser movilnet informándome las ventajas del plan consejo comunal. Les dije que desde temprano presentí que iba a pasar algo especial cierto??? Pues no, soy un mentiroso, el día estaba tan insoportable que era imposible pensar que podía ocurrir algo extraordinario.

Como a las siete ya no aguanto más el encierro en mi habitación y resuelvo salir a toda costa. Cuadro con panas y pin y pun y pan y la cosa, la movida, la vaina y para variar no sale nada. Al parecer todos la estaban pasando finísimo en su casa en Hallowen menos yo. Nadie, ni uno me dijo siquiera un falso "puede ser". Una amiga me dijo que con mucho gusto si no tuviera que estudiar filosofía. OMG, filosofía...

La vaina con filosofía es que el profesor es muy culto y pana y sabe su vaina, pero sus estrategias pedagógicas no son muy efectivas, razón por la cual irremediablemente nadie le para bolas. Aparte nos mandó unas guías realmente largas y fastidiosas que obviamente yo no había ni ojeado.

Fue entonces cuando decidí matar dos pájaros de un tiro. Iba a salir e iba a estudiar.

En el bar de Moe.

Parte 3

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