Navidad. -Parte 1
Mis 24 de diciembre, por lo general, son burdaelomierda, como diría el pana Aleisis. Solo somos mi papá, mamá, hermana, perrito y yo. Ahora nisiquiera mi hermana, porque se casó y se fue palco. De pequeño, mami me hacía cantar al niño pero crecí y me volví hereje y ahora ni lo intenta. Comíamos hallacas compradas, pavo o pernil, a la medianoche nos abrazábamos y nos dábamos regalos chéveres y a eso de la 1 ya estamos cada quien por su lado.
"Coño, que familia tan nula" podrán estar pensando, pero la vaina es que la familia familia, la grandota, la de las postales decembrinas, con tíos, abuelas, primitos, etc, está toda todita toda en Perú. Allá sí que es tremendo, pero lamentablemente no siempre podemos ir. Y bueno, esta navidad no fue tan fantasma después de todo.
Empezó el día temprano, a eso de las 9, con mi padre arrecho porque la feria abre a las 10 y vamos tarde, y coño gorda siempre es lo mismo, y yo desayunando mi cereal a los coñazos, y mi mamá ya estoy! ya estoy!, y si mamita, termina de maquillarte en el carro, y tú encima te vas a bañar??? y yo sí papá, estoy gediondo desde ayer, y no joda vale, siempre es la misma vaina, báñate y te llegas después que tenemos que abrir, y yo bueno ok, no te arreches que es navidad, y mi mamá me mira cómplice y sonríe, y mi papá se arrecha y desespera aun más.
A eso de las 11 estoy llegando al flamante stand de artesanía peruana que tienen mis padres en la feria navideña. "Ekeko Perú" resalta el nombre bien grandote, encima de nosotros, y todavía hay gente que al pasar susurra a sus amigos, con seguridad absoluta: Es que estos ecuatorianos tienen unas cosas preciosas, chica. La venta estaba fuerte y el tiempo pasaba rápido. En una breve pausa, cuando no había clientes en la costa, mami me abordó:
- Qué quiéres de regalo, hijito?? dice ella, siempre amorosa.
- Nada mamá, en serio. (Totalmente consciente que igual me va a dar algo, pues sabe que no me gusta que me regalen plata).
- Tus cholitas están para el gato, verdad?
- No mamá, están perfectas.
- Es que estaba pensando en ésas.... Con su boca apunta hacia un stand cercano, repleto de los famosos zapatos crocs. Nunca me han gustado, me parecen la cosa mas homo del mundo, sin importar lo cómodos que puedan ser.
- No mamá, no me gustan, mis cholitas están bien, aparte esas vainas son carísimas.
-No, porque esos son una copia buena, no son crocs como tal, los hacen en Valencia y tu papá y yo nos compramos. Son baratos, bonitos y comodísimos. Y papi, tus cholas están muy feas en serio...
- Coño mamá, que están bien vale, de verdad que esos zapatos no me gustan mucho.
Mami puso una cara rara, indescifrable, y rápidamente se volvió para hablar con mi papá, que volvía del baño. Ya eran casi las 2 de la tarde, empezaba a pegar el hambre y mi progenitor no tardaba en entrar en modo troglodita, y yo tampoco.
- Coman ustedes de una vez ahora que casi no hay gente, yo voy después.
- Qué comemos hijo?
- Hmmmm no sé, los perros de pernil esos que venden ahí?
- No, esos son un fraude, no traen casi, aparte pernil vamos a comer en la noche...
- Asado en la vaina esa de comida navideña?
- Comí ahí anteayer y es fulero, a tu mamá le sale mejor...
- Coño no sé, dime tú entonces,
- Aquí hay un restaurant chino muy bueno.
- Bueno...
No tenía muchas ganas de comer chino (su comida favorita), pero podíamos estar en ese peo por horas y si entrábamos en fase cavernícola la cosa se iba a poner muy fea, y era navidad, y pobre mami, no se merece calarse nuestras diferencias siempre, menos ahora que ni siquiera le canto al niño.
Comimos casi sin hablar, con hambre caníbal, y casi al finalizar mi padre me comenta:
- Tu mamá te dijo que en la noche vamos donde Wilfredo, no?
- No.
- Bueno, vamos a pasar Navidad con ellos.
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